Posiblemente el título os evoque a una pareja de jóvenes enamorados que se conocieron gracias al futbol.
Ser del Atleti no es un sentimiento, eso es para los del Betis; ni ser más que un club, eso es para los del Barcelona.
Como seriéfilo amateur, me gustaría comparar mi afición al Atleti con una escena de una producción de Netflix.
Cada hincha del Atleti tiene su propia tesis de las causas que se llevaron por delante al equipo en la aciaga noche de Turín.
Las estadísticas sitúan la esperanza de vida en España en algo más de 83 años.
Reconozco que me desenganché de mi Atleti. Que mi pasión decreció.
Una de las primeras decisiones importantes que cualquier asociación ha de tomar en sus inicios es la elección de su propio nombre.